Fotografía del pueblo de Cistella.
¡Hola amigos y visitantes!
Aquí me tenéis para seguir compartiendo recuerdos y vivencias del Hogar de la Luz, por falta de tiempo del director, veremos demorada su entrada, cosas del trabajo, pero os envía un saludo a todos y todas y os agradece grandemente la colaboración de algunos y algunas que sin ningún interés han demostrado a través de los correos recibidos.
Ayer domingo me acordaba en especial de los chicos que están en programa de rehabilitación, unos por su problemática de adicción a las drogas, otros por la adicción al alcohol. Los domingos para algunos y algunas es su día de descanso, en el Hogar de la Luz, es un día de confraternidad los unos con los otros, siempre y ahora permitirme que hable como si hubiera estado allí ayer, porque mi corazón así lo siente y mi mente así recuerda de tantos y tantos domingos que hemos pasado juntos.
Buenos pues eso, los domingos los solemos pasar casi todos juntos, puede que algún chico se vaya de fin de semana con sus familiares, o que algún familiar venga a comer a la casa con todos los albergados y con el equipo terapéutico, pero es un día especial, un día que siempre me ha gustado pasar con ellos, al igual que las navidades, que gracias a esa confraternización siempre me han resultado llevaderas y divertidas, no dando pie a la nostalgia, porque el buen ambiente se contagia, entre risas, bromas, canciones, compartiendo diferentes experiencias y vivencias.
A diferencia de algunos casos de familias que por diferentes circunstancias no puedan estar juntas ese día en la mesa, el Hogar de la Luz, es una gran familia, una familia donde te sientes querido, entendido, comprendido, para muchos es la primera imagen que reciben o que han conocido como el verdadero significado y la estructura que debe presentar una familia.
Desde aquí agradecer al director que de manera tan sencilla, tan humana, tan natural, ha sabido enseñarnos a algunos y algunas, con toda seguridad que a mí el verdadero sentir, la verdadera importancia que tiene y representa en la persona la familia.
Bueno confío que pronto pueda subir a haceros una visita, y que esta nostalgia que ahora me inunda, se vea saciada, deseo subir estar con todos y con todas, poder disfrutar de ese paisaje impresionante que nos brinda el Empordà, la generosidad y el amor que compartimos todos juntos en la Cistella, siendo de alegría mas que de tristeza.
Un saludo a todos y todas y seguimos en contacto.
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